¡Cuidado! podría tener un espía en su propia televisión y no haberse dado cuenta
Cuando Jason Huntley, un consultor informático, compró su smart tv deLG el verano pasado, no imaginaba que en realidad acababa de meter a un espía en su casa.
No mucho después de instalarlo, Huntley empezó a darse cuenta de que los anuncios que le llegaban,parecían estar directamente vinculados con programas de televisión que acababa de ver.
Hasta ahí la actividad de su aparato electrónico se mantenía dentro de la legalidad;si bien los consumidores en ocasiones no son conscientes de ello, la mayoría de smart tv están programados para conocer los gustos del usuario, lo que permite enviar publicidad personalizada (como ocurre en la mayoría de las páginas de internet), y a los anunciantes seleccionar dónde colocar sus spots.
El problema es lo que el informático inglés descubrió más adelante. Su televisión no sólo enviaba información sobre los programas a los que era aficionado, sino también sobre los vídeos de su colección particular que había visto durante horas, en los que aparecían, entre otros, su mujer y sus hijos. Lo impresionante es que esta información se enviaba incluso cuando la opción de compartir datos estaba desactivada.
Al parecer, información sobre absolutamente todo lo que había hecho con su smart tv había llegado a las oficinas centrales en Corea del Sur. Éstas admitieron en un comunicado un fallo en el sistema, pero negaron que la información recogida fuera personal, algo que pone en duda Claudio Caracciolo, consultor en seguridad informática. Caracciolo advierte de que la información obtenida es suficiente para identificar a personas, y cree, además, que abre la puerta al espionaje masivo, aunque duda de que LG lo haya hecho con ese objetivo.
La marca surcoreana alcanzó en 2013 un 30% de cuota de mercado en España, según su director tecnológico Oriol Farnell, pero el fenómeno no es exclusivo de este fabricante. En nuestro territorio existen ya 10 millones de televisores inteligentes, potenciales fisgones de nuestra vida privada, sin importar la marca de fabricación según apunta Javier López Tazón, redactor jefe deAriadna, suplemento tecnológico de El Mundo.
“Las televisiones inteligentes, con conexión a internet, creación de perfiles y demás, están entrenadas para conocer los gustos del usuario y, de esta forma, ofrecerle lo que él quiere. En principio, todas las smart tvs están preparadas para extraer y utilizar datos sobre las preferencias de los usuarios, así que, en ese nivel, es fácil que suceda con otros fabricantes“.
López Tazón va aún más lejos en sus advertencias. “Podemos hacer un poco de ciencia ficción: si se puede hackear un ordenador conectado a internet, también se puede hackear una tele conectada a internet. ¿Con qué propósito? El acceso a los ordenadores es fundamentalmente para buscar contraseñas, datos de tarjetas de crédito y esclavizar miles de equipos para lanzar ataques; con las teles no funcionaría igual, pero sí se podría, por ejemplo, acceder a la webcam que integran algunos modelos“.
La activación automática de cámaras de vídeo está lejos de ser ciencia ficción y es que, recientemente se ha demostrado que es posible acceder a las cámaras de vídeo integradas en algunos modelos de smart tv, y así espiar a los usuarios desde sus propias casas. Kurt Sammberger, experto de la firma de seguridad informática Mocana, fue el encargado de comprobar este hecho, realizando test de penetración en sus dispositivos. Según Sammberger, “no sólo podíamos ver lo que esa persona estaba viendo, sino que instalamos un spyware (software de espionaje) que nos permitió observar a través de la cámara de su televisión sin que se iluminara la luz de encendido”.
Según Caracciolo, este tipo de programas malignos se pueden obtener en internet,y es prácticamente imposible saber si la cámara está grabando. Además, apunta a que este tipo de televisiones deberían tener antivirus por lo menos, algo que sí que tienen los ordenadores personales.
A todo esto se suma que también los fabricantes de aparatos están utilizando estos métodos para investigación de mercado, tal y como sugiere López Tazón: “Llega a extremos en los que mediante una cámara se reconoce a quién está viendo la tele y le sugiere contenidos que le pueden gustar”. Mientras tanto, Caracciolo, como muchos otros colegas de profesión, lo tiene claro. “La cámara de mi smart tv está tapada cuando no la uso”.
Fuente: www.marketingdirecto.com